La incontinencia urinaria en la menopausia
Menopausia,Síntomas-Efectos

La incontinencia urinaria en la menopausia.

¿Cómo controlar la incontinencia urinaria?

Que se nos escape el pipí, lo vemos como algo normal y la solución que nos venden de forma publicitaria, son las compresas para retener las perdidas de orina.

¿En serio crees que es la solución a la incontinencia urinaria? NO.

Bueno, es normal dentro de que le sucede a muchas mujeres, pero tiene solución y ahí es donde debemos poner foco.

No en dejarlo estar porque es algo normal, porque no lo es. Es un signo de que nuestro suelo pélvico necesita reforzarse.

Hoy en día, la zona intima de la mujer es una gran desconocida para muchas mujeres. Y damos muchas cosas como normales cuando no lo son.

Aunque parezca mentira, hay mujeres que no se han visto la vulva en su vida y ven como normales situaciones como dolor en la relación sexual o prolapsos viscerales que asoman por la vagina.

Porque lamentablemente, aun hay mujeres que siguen asumiendo que el dolor, las molestias y la incomodidad, es algo normal en nuestra zona íntima.

No, no lo es.

Explórate, obsérvate y cualquier mínima molestia, no dudes en coger cita con tu ginecólogo.

Pero hoy nos vamos a centrar en la incontinencia urinaria en la mujer.

No es algo que esté relacionado expresamente con la menopausia, pero la gran mayoría de mujeres que la padecen se encuentran en esta etapa, ya que como vimos en su día, el suelo pélvico en la menopausia se debilita, al perder musculatura y elasticidad en esta zona.

Se puede tener incontinencia al dañarse el suelo pélvico tras un parto.

Por malos hábitos al orinar o al defecar.

Infecciones prolongadas del tracto urinario.

Al debilitarse la musculatura del suelo pélvico, la vejiga y la uretra, descienden de su postura original y los músculos que ayudan a la uretra a apretar para retener el pis, no tienen la fuerza suficiente.

Una contracción incontrolada o exagerada del músculo que aprieta la vejiga, cuando está llena para producir el pipí, hace que este se vea afectado.

También puede ser debido a una alteración del reflejo que avisa a nuestro cerebro, de la cantidad de pis que hay en la vejiga y este hace que nos avise demasiado tarde.

La perdida de estrógeno en la menopausia afecta al estado de los tejidos que rodean la vejiga, debilitándolos.

Un aumento de peso también puede ser causa de incontinencia urinaria, ya que los músculos del suelo pélvico soportan más peso de lo habitual y no pueden sostener a la vejiga como antes.

Como las causas pueden ser varias, como siempre te digo, es importante que acudas a un especialista.

Los tipos de incontinencia son:

  • De esfuerzo. En este caso la perdida se asocia a un esfuerzo abdominal. Al reír, toser, coger peso, etc…
  • De urgencia. De repente, sin previo aviso, se siente la urgencia de orinar.
  • Mixta. Es de esfuerzo y urgencia a la vez.
  • Rebosamiento: Son pequeñas perdidas por goteo de pipí, sin tener la necesidad de orinar.

El primer paso y quizás uno de los mas importantes, es fortalecer los músculos del suelo pélvico con los ejercicios de kegel. Te dejo aquí el enlace de cómo hacerlos y sus beneficios.

Perder peso y hacer deporte.

Prevenir las infecciones urinarias bebiendo mucho agua y cuidar la higiene personal.

Si los síntomas son muy pronunciados y tras la prevención indicada y tratamiento médico no mejora, hoy en día hay intervención quirúrgica para revertir la incontinencia.

En mi caso tuve perdidas de orina una temporada, coincidiendo con mi cambio en el suelo pélvico, sequedad vaginal, atrofia vaginal…

He mejorado muchísimo en todos los aspectos en mi suelo pélvico, tratamiento hormonal sustitutivo, cremas vaginales y ejercicio (incluido kegel) han sido los responsables.

Afortunadamente somos muchas las mujeres que hablamos de estos temas con normalidad y somos conscientes de que la solución no es una compresa.

En mi charla/taller finalizo realizando los ejercicios de kegel. Tenemos que ser consciente de cuanto son sus beneficios, no solo para la incontinencia, también para recuperar el tono, la elasticidad de la zona, mejorar el estreñimiento e incluso disfrutar de una relación sexual más placentera.

No dejes que la incontinencia urinaria controle tu día a día.

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